Hoy día en la red, la estrategia de una campaña política en Internet debe cubrir actividades para “decir”, “escuchar”, “conversar” y “hacer”. Ya no es suficiente usar Internet para reportar qué hace el candidato y en dónde está (como de hecho se puede atestiguar al menos en la forma en que los pre-candidatos están Twitteando actualmente), sino tener una estrategia para que el candidato participe de la conversación pues la conversación ya se da, con y sin él o ella, y no participar hace que el candidato o candidata aparezca distante y poco interesado en los temas populares de la ciudadanía.
En México tenemos casi 40 millones de usuarios de Internet, 63% de ellos en edad de votar y destinando más de tres horas y media al Internet, así que como “mercado meta” de una campaña política resulta muy interesante. Para estos usuarios la tercer y cuarta actividad más frecuente en Web es ver videos y acceder a redes sociales respectivamente ( las primeras son email y Messenger). De cada 10 Internautas en México, seis acceden a las redes sociales y de esos seis, 60% consultan sus redes sociales a diario.
La penetración de Internet es tal que los candidatos y partidos políticos deben hoy destinar mucho más recursos a las campañas de marketing político por Internet, no sólo un “sobrante” de lo usado en otros medios. Y se requiere un diseño estratégico de campaña política que considere al Internet como todo un entorno y no solo como un canal más para enviar mensajes unidireccionales.
Las agencias de marketing digital, con conocimiento de los medios digitales pueden ser excelentes recursos en los equipos de campaña de los candidatos políticos. Una cosa es cierta, aquellos candidatos que improvisen la parte de Internet en sus campañas y no la consideren profesionalmente, con la ayuda de expertos, tendrán serias desventajas contra quiénes si lo hagan.